sábado, 26 de noviembre de 2016

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LAS ULTIMAS LUNAS
DE FURIO BORDON
DIR. SUSANA HORNOS
CENTRO CULTURAL DE LA COOPERACIÓN

Federico Luppi , pasado ya el codo de los 80 años vuele a su gran amor que es el teatro, y lo hace adecuadamente con una obra que se centra en el tema de la vejez, y que fuera casualmente la última obra que  hiciera en teatro el fallecido MARCELLO MASTROIANNI..
Un hombre anciano está preparándose para su ´última mudanza , saliendo de la casa donde ha vivido los mejores años de su vida y que actualmente comparte con  su hijo y la familia de este, en gran medida para dejar libre el espacio que ocupa ya que la casa les ha quedado chica, y su mudanza a un geriátrico elegido por su hijo en quien él ha declinado esa responsabilidad.
Lo hace no sin cierto resentimiento y amargura ya que en el fondo hubiera querido que su idea fuera resistida con fuerza, lo que no ha ocurrido.
Mientras prepara su valija se hace presente el fantasma de su mujer, fallecida a los 50 años, con quien comenta la situación  y escucha las críticas de ella sobre cómo se está comportando y por que no abre su corazón al hijo y le dice abiertamente que no se quiere marchar.
En el segundo acto, ya instalado en el geriátrico ha hecho amistad con  una planta con la que comparte los pensamientos y confidencias y fantasea con la posibilidad de que el hijo en su visita venga a pedirle que vuelva, cosa que en realidad ocurre pero sin  ninguna convicción.
Luppi es un gran actor y no es ningún descubrimiento el decirlo, pero aquí se ve perjudicado por un debilitamiento de su voz que unido a la dicción que nunca fue su fuerte hace que muchos de sus parlamentos sean difíciles de entender, con notorio perjuicio para la obra. No se entiende por que no se usa amplificación, que hoy en día es normal en los teatros.Con todo es ineludible verla aunque más no sea por respeto y homenaje a uno de los pocos grandes actores de su época que nos van quedando.

Buenas composiciones de RAMIRO VAYO y de SUSANA HORNOS  quien tambié




n dirige.

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