viernes, 30 de septiembre de 2016

teatro-@@ INQUINA

INQUINA
ESCRITA Y DIRIGIDA POR DIEGO SOTO DIAZ
ESCENOGRAFIA JORGE VIGNOLES
SALA VERDI
En un horario bastante inusual ( Martes Miercoles y Jueves a las 20 y 22 hs) se presentó esta obra , que nos coloca frente a un conflicto padre-hijo y a sus raíces en el pasado.
El padre es un militar retirado que ha sufrido un infarto y está internado en terapia intensiva de un Hospital. El hijo es un rico abogado radicado en España que ha venido en una escapada de3un par de días para visitarlo.
En las primeras escenas llama la atención el contraste entre el padre, de costumbres más bien modesta, con el hijo que tiene todos los aires de un hombre de negocios moderno : se queja por ejemplo de que su secretaria lo ha ubicado en la clase turista del avión junto a un conjunto de gente desagradable , incómodo además , quejándose de que las cias aéreas no brinden un servicio como el que tienen que brindar y cobrando lo que tienen que cobrar, para permitir que viaje  toda esta gente que no tiene el dinero suficiente para hacerlo, cuando se les debería enseñar que si no pueden , que no viajen.
Con el progreso de la acción vamos descubriendo cosas de la vida pasada del padre, que fue un militar muy metido en las actividades de la dictadura y en el interrogatorio de prisioneros y cuya casa era frecuentada por otros participantes, que tenían tendencia a consumir alcohol y festejar las actividades desarrolladas. Fue en esas circunstancias que el padre sometió sexualmente a la empleada doméstica de su casa que tuvo un hijo suyo, episodio que tuvo mucho que  ver con el posterior suicidio de la esposa, madre del abogado.
No es una obra demasiado original ni tampoco aporta un enfoque que agregue nada a lo mucho que se ha dicho sobre el tema. Pero está bien construìda, los diálogos son creíbles y los tres intérpretes principales tienen actuaciones impecables, en particular YAMANDU BARRIOS BROCHADO y ADRIANA DA SIILVA  respectivamente como el hijo y la ex empleada de la casa. FERNANDO AMARAL  se ve muy perjudicado por la ubicación en el escenario, que dificulta la visión de su rostro y hasta escuchar sus parlamentos. Es que la puesta padece de dos serios problemas .Uno es la iluminación constantemente en penumbras que impide ver bien los rostros de los actores, al punto que recién cuando salen a saludar se tiene una idea acabada de sus apariencia. Y otro es el sonido ( se ha optado por la amplificación de las voces ) que está colocado muy bajo y que permite oír a los intérpretes y entender lo que dicen  sólo el 60% del tiempo.

La puesta juega con la inclusión de escenas filmadas, que en general no son demasiado claras narrativamente y poco contribuyen al desarrollo de la acción.


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